¿Quién abrirá el libro sellado?
¿Quién quebrará el tiempo intacto?
¿Quién indagará del alba al alba,
alzando y abatiendo, sus páginas?
A las llamas de lo ignoto, ¿quién de nosotros
osará allegarse? ¿Y quién, quién osará escrutar
las compactas hojas del libro cerrado?
¿Quién osará hacerlo con la mano desnuda?
¿Y quién de nosotros no temerá? ¿Quién no temerá,
cuando incluso Dios cierra los ojos,
y se postran todos los ángeles,
y se entenebran todas las criaturas?
El cordero es quien de nosotros no temerá,
sólo él, el cordero, que fue inmolado.
Atraviesa el mar de vidrio
y sube al trono. Y abre el libro.
¿Quién quebrará el tiempo intacto?
¿Quién indagará del alba al alba,
alzando y abatiendo, sus páginas?
A las llamas de lo ignoto, ¿quién de nosotros
osará allegarse? ¿Y quién, quién osará escrutar
las compactas hojas del libro cerrado?
¿Quién osará hacerlo con la mano desnuda?
¿Y quién de nosotros no temerá? ¿Quién no temerá,
cuando incluso Dios cierra los ojos,
y se postran todos los ángeles,
y se entenebran todas las criaturas?
El cordero es quien de nosotros no temerá,
sólo él, el cordero, que fue inmolado.
Atraviesa el mar de vidrio
y sube al trono. Y abre el libro.
- Janos Pilinszky, "Introito", traducción propia.
- Beato de Fernando I y doña Sancha o Beato de Facundo, iluminado por Facundo en León (1047) [copia de de san Beato de Liébana (701?–798), Commentarium in Apocalypsin (776, 786)]: Biblioteca Nacional de España, Madrid, Vit. 14-2, f° 116v [otras imágenes]
La traducción de János Pilinszky "Introitusz" al castellano por José Escudero se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.