domingo, 1 de enero de 2012

Salutación a la Madre de Dios
(Himno Akáthistos, ca s. VI) - 23


Con un himno a tu parto la creación te celebra
como Templo viviente, ¡oh, Madre de Dios!
El Señor, el que todo en su mano contiene,
hizo escala en tu seno; te hizo toda santa y gloriosa,
y nos mueve a cantarte:

Salve, oh Tienda del Verbo divino;
Salve, oh Santa mayor que el Santuario;
Salve, oh Arca de Espíritu Santo;
Salve, oh Tesoro inexhausto de Vida;
Salve, Diadema preciosa de los reyes santos;
Salve, Orgullo fundado del fiel sacerdote;
Salve, Bastión invencible de toda la Iglesia;
Salve, Muralla segura que guarda a su Pueblo.
Salve, por Ti conseguimos trofeos;
Salve, por Ti se rindió el enemigo;
Salve, Remedio que sana mi cuerpo;
Salve, Salud de mi alma que espera.
Salve, Virgen y Esposa,
Salve, Virgen y Esposa.

Himno Akáthistos, 23 (ca s. VI)
[Original griego]